29 de noviembre de 2011

Viaje Fugaz

¿Les ha pasado que los viajes más entretenidos, son aquellos que no se planifican mucho o bien se improvisan en un par de días?

Bueno, eso fue lo que ocurrió con nuestro fin de semana que recién paso. A mediado de la semana pasada, recibimos la invitación de un matrimonio amigo para ir a ClubPlaya Blanca, un hermoso complejo turístico, a la orilla del mar, con piscinas temperadas y frías, restaurante y entretención para los mas pequeños, que se encuentra en la IV Región de Chile, específicamente en Tongoy, distante cuatro a cinco horas de viaje en auto desde Santiago hacia el norte.

Resulta  que el grupo favorito de mi hija, del que ya les he hablado un par de veces, Cantando Aprendo a Hablar, tendría una presentación en la ciudad de esa región (La Serena) el sábado y además, el viernes grabaría un vídeo clip de una de sus canciones para el nuevo DVD en Playa Blanca.

Obviamente, mis amigos conociendo lo fanática que es mi hija de CAH, nos invitaron para que ella, junto a otros niños participara en el vídeo, como extra, jeje.

Y así fue como de un día para otro, coordinamos el viaje, mi marido pidió el día viernes libre y viajamos el jueves en la tarde-noche. Fue un viaje muy tranquilo, los niños se portaron muy bien, durmieron un rato y vieron películas en otro, soportaron muy bien las cuatro horas y media de viaje. Y llegaron sólo a dormir.

El viernes durante la mañana disfrutamos de la playa, pues el día amaneció precioso, con un lindo sol y mucho calor. Luego de un rico almuerzo costero los niños y papá se metieron a la piscina, a mi no me gusta el agua fría, así que obviamente le hice el quite, jeje.

Ya cerca de las seis de la tarde comenzaron las grabaciones del vídeo en la playa, mi hija (mi hijo no quiso participar) y los demás niños bailaron, jugaron y cantaron con Sara Palabras, una de las integrantes de CAH. La filmación con los niños duro cerca de una hora, pero estuvimos tras las cámaras hasta tarde, pues mi hija no quería perderse ni un minuto del baile y vídeo de su ídola.

El día sábado estuvo muy feo, pero esto no impidió disfrutarlo, estuvimos durante la mañana en la piscina temperada y también en el jacuzzi, ahí si que disfrute, nada como el agua tibia para relajarse. Después de almuerzo, partimos a La Serena al esperado show de Cantando Aprendo a Hablar.

Como siempre, y en cada show en vivo de ellos, nos divertimos un montón, reímos con sus bromas y cantamos sus canciones, mi hija no paro de bailar durante toda la presentación. Para finalizar con la clásica sesión de fotos con los personajes del grupo.

El domingo, pasado el mediodía, emprendimos nuestro viaje de retorno a Santiago, el que no fue tan apacible como la ida, pues tuvimos que soportar el llanto y mal genio de mi hijo varias veces durante el trayecto, por lo que al llegar me encontraba totalmente estresada  y cansada, lo que no logro opacar el excelente fin de semana que pasamos, disfrutado a concho por todos. 

Mi hijo gozó de las piscinas y los juegos del Club, no así de la playa, pero eso se los contare es otro post, así como del show de CAH. Por otro lado, mi hija pudo bailar, cantar y compartir con su Sara Palabras, jugar en la playa y las piscinas, además de hacer una nueva amiga.

Nosotros, en tanto, disfrutamos al compartir con los amigos que hace un tiempo no veíamos, conversar, reír y comer un ricos asados y mariscos al disco, también conocer interesantes personas, como una de las creadoras de Cantando y el staff tras el grupo. Además de alejarnos de este contaminado, bullicioso y estresante Santiago, que de vez en cuando hace mucha falta.



Si quieres conocer más de Club Playa Blanca, los puedes seguir en su web, Facebook y Twitter

28 de noviembre de 2011

Se Busca Pediatra

(Mi columna para Revista Carrusel)
Ya se ha hecho recurrente leer o saber que más mamás y padres se quejan de los pediatras. Ya sea por la falta de carisma con los niños, o bien porque no apoyan el tipo de crianza que los padres han optado, u otras veces por mal diagnósticos, entre otras.

Si bien en mi caso estoy feliz y encantada con la pediatra de mis hijos, debo decir que para llegar a ella pasamos por una mala experiencia, una horrible experiencia, que ocasiono que mi hija terminara hospitalizada por varios días por un mal diagnostico de su primer pediatra.

Cuando nació mi hija, no teníamos idea a que pediatra llevarla, así que no recuerdo quien en la clínica donde nació me recomendó a la que fue su pediatra por un poco más de un año. Era Neonatologa, desde un principio congeniamos muy bien, era muy amorosa con mi bebé y con nosotros igual. Nos dio hasta su número telefónico en caso de urgencia, que por suerte nunca necesitamos ocuparlo durante el primer año de mi hija. La verdad es que estábamos muy felices con ella.

Hasta que al año dos meses de edad, mi hija estuvo un par de días con fiebre, y terminamos una noche en urgencias con 40° de temperatura, le mandaron a hacer un examen de orina y un urocultivo. El primero fue mal interpretado por la doctora y no diagnostico una infección urinaria, que derivo en un par de días en una Pielonefritis, que tuvo a mi hija 5 días hospitalizada con antibióticos vía intravenosa, incluso con temor de daño a uno de sus riñones, que después de varios exámenes se descarto.

Lo cierto es que durante todos los días que estuvo hospitalizada nunca fue la pediatra a visitarla, solo el primer día recibimos su llamado telefónico argumentando que había estado toda esa semana enferma, por eso no podía ir, además como justificando su mal diagnostico. Desde ese momento decidimos que no la queríamos como pediatra de nuestra hija. Tampoco emprendimos ningún tipo de represalias o quejas formales en su contra, pues no queríamos saber nada más con ella.

La doctora que nos atendió el tiempo que estuvo internada mi hija, nos recomendó otra pediatra que a la vez era Nefróloga. Que podría seguir atendiéndola por un posible Reflujo Urinario que sospechaba la doctora residente.

Y así llegamos a nuestra actual pediatra, la que confirmo las sospechas de la anterior doctora y diagnostico a mi hija con Reflujo Urinario grado II. Recuerdo perfectamente el día que me explico en qué consistía el diagnostico, me dibujo y describió lentamente lo que estaba pasándole a mi hija, cual sería el tratamiento a seguir, cuales podrían ser las consecuencias y cuales serian las soluciones para este Reflujo, desde la más alentadora hasta la más pesimista. Cada cierto rato me preguntaba si entendía bien o si tenía dudas, con una calma y paciencia que me encanto.

Nuestra pediatra tiene todas las cualidades que buscamos en un doctor. Es carismática con los niños, certera con los diagnósticos, que no teme derivar a mis hijos a otros especialistas si es necesario, disponible a contestar las llamadas que uno le haga, atender a mis hijos aunque los lleve sin hora. Se toma el tiempo necesario para atenderlos, sin apuro. Siempre nos receta medicamentos que no sean tan caros y si ella los tiene en la consulta, me los regala.

Lo más importante en la relación con nuestra pediatra es la confianza que tenemos en ella y el respeto mutuo. Si bien ella está siempre dispuesta a contestar el teléfono, yo no la llamo los fines de semana o después de las nueve de la noche, pues entiendo que ellos también tienen vida y familia y eso se respeta. En esos casos he partido a urgencias y al otro día la llamo y le cuento lo que paso, aunque ella luego me diga que debería haberla llamado.

Lo mejor es que mis hijos, en especial mi hija, la adoran. Nunca van con temor a su consulta, ni lloran mientras los examina, y eso es en gran parte al trato que ella tiene con ellos, los recibe con una sonrisa y animo positivo, les habla con cariño y me hija es feliz cuando le dice que ella es su amiga, le da los stickers de premio al principio y no al final de la consulta, ya con eso se los gana por completo, jeje.

Encontrar al pediatra perfecto, es algo que a todos los padres nos preocupa, pues son a ellos a quienes les encargamos la salud de los bienes más preciados, nuestros hijos. Quizás el pediatra perfecto no existe, pero si buscar aquel con el que estemos conforme no es fácil, y creo que hay un poco de suerte en ello. Muchos lo encuentran desde un comienzo y otros tenemos que pasar por una o varias malas experiencias para llegar al adecuado. 


24 de noviembre de 2011

El Debut


El viernes pasado, fue el gran debut de mi hija en el Festival de la Canción del colegio.  Algo les había adelantado en el post “Quiero ser cantora”. Ella junto a otras cuatro compañeritas, debía representar un vídeo de Miley Cyrus (Party in the USA), en el que mi hija era Miley. Por supuesto interpretado como una niña y no como una adolecente.

Fueron  varias semanas de ensayos en el colegio, y muchos ensayos en casa (de verdad ya odiaba esa canción), pues mi hija me comentaba que la Miss le decía que debía hacerlo con mas animo y ensayar en casa para aprender bien la canción.

Debo reconocer que en casa lo hacia super bien, pero en los ensayos del colegio “le faltaba animo y potencia, lo hacía como con vergüenza” me decían  las misses. Pero que debía seguir ensayando, pues todos los días mejoraba.

Un par de días antes del espectáculo, mi hija me cuenta que le da mucha vergüenza salir en el show, que quiere estar en el otro grupo, donde están sus mejores amigas (pues sus dos compinches, bailaban otra canción), que si estaba con ellas no le da tanta vergüenza.

Obviamente le conteste que no podía cambiar de show, pues los grupos habían ensayados sus canciones y pasos de bailes, que los grupos ya estaban definidos y no se podían cambiar a ultima hora. Que ella no estaba sola, sino con 4 compañeras más bailando. Le dije que, si aun así no quería actuar, yo podía hablar con las misses para que la sacaran del show, porque no era obligación bailar. “¡No mamá!” me respondió, “¡sí quiero bailar!, es que me da un poquito de vergüenza porque no conozco a los otros papás que van a estar”.

Pobrecita, como la entendí, a mí también me daba vergüenza actuar cuando estaba en el colegio. Aplicando la poca sicología que tengo, le dije que ella cuando subiera al escenario tenía que fijar su vista solo en mí y el papá, y pensar que no había nadie más mirándola, “te concentras bien en nosotros dos” le dije, “así lo hacía yo, cuando actuaba en mi colegio, solo miraba a tu Abu y a tu Tata”, le recalque.

Al parecer eso la dejo más tranquila pues el jueves estaba más ansiosa y emocionada, me contó que, en el ensayo general (en el escenario), lo había hecho muy bien. Así que  ese día, se dedico a llamar por teléfono a mi papá y mis hermanos, recordándoles que tenían que ir a ver su show, que no faltaran, jeje.

Tan entusiasmada estaba, que invito formalmente a su hermano: “vas al espectáculo y me ves, y cuando este en el escenario bailando me aplaudes así (y le mostraba como aplaudir), ¿ya?” le decía, “Ti” le contestaba mi hijo, yo creo que sin entender mucho que le dijo la loquilla de su hermana, jaja.

Llego el gran día, y antes de partir, fuimos a la peluquería, pues no logre hacer los rulos en su cabello, tenían que ser igual a los de Miley, según ella.

Ya en el colegio, mi hija se fue al sector de los “artistas”. Mientras nosotros, tuvimos una larga espera antes que comenzara el show. Primero, porque partió con 1 hora de retraso y después, porque competían los niños en el Festival de la Canción. Luego de eso, era el espectáculo del Parvulario (Kinder y Pre kínder).

Al fin comenzó el show de los pequeñitos, la idea era recrear la Radio Disney, así que había un Peque DJ a un costado del escenario y antes de cada show, se escuchaba una grabación de un niño pidiendo un tema, en total eran 7 grupos, entre los que estaban  Justin Bieber, High School Music y Sharpay.

Estábamos todos ansiosos (mis padres, mis hermanos, mi marido y yo). Me imaginaba lo peor, que mi hija no se atrevía a subir al escenario, o que subía y no hacía nada. Me preocupaba que ella pudiese estar nerviosa o angustiada.

Cuando salió al escenario y la vi con una seguridad  ir a su puesto de inicio, me relaje, inmediatamente note que estaba feliz y tranquila. Lo que sucedió después, fue el dejarnos con la boca abierta, la forma de moverse, actuar y bailar, tan natural y sonriente, es poco decir. No fui capaz de sacar fotos ni grabar un vídeo, pues me quede paralizada viéndola. Tan linda mi chiquita, tan animada y desenvuelta. Sí, quizás exagero, pero soy la mamá y realmente me dejo sorprendida. Lo mejor, es que al fin, supero su pánico escénico y eso me tiene muy contenta.

La verdad, es que las misses hicieron un trabajo de joyería con los niños antes del show, porque todos salieron tan tranquilos y desenvueltos, el espectáculo completo salió muy lindo y sin errores. Los padres y familiares estábamos muy emocionados y orgullosos de nuestros hijos. Las misses y niños también lo estaban, pues al entregárnoslos venían felices y las misses con los ojos vidriosos de emoción.

Ahora solo queda la gran prueba de fuego para dar por superado el pánico escénico de mi hija, a mediados de diciembre, las niñitas del parvulario tienen su presentación de Ballet, ya les estaré contando.


Miley Cyrus - Party in the USA 


22 de noviembre de 2011

19 semanas, casi en la mitad


Ya casi estoy en la mitad del embarazo, son 19 semanas. La pancita ya se me está notando bastante, demasiado para mi gusto, dadas las semanas que tengo, jeje. Debo reconocer que no han sido semanas fáciles, este embarazo ha sido más cansador y distinto que los dos anteriores.

Los tres primeros meses fueron terribles, con asco y mareos, muchas veces terminaba en cama, sin deseos de levantarme y menos de comer algo. Había olores que realmente no soportaba, como el queso derretido o frituras. Lo peor, creo, fue el recuerdo de olores, por ejemplo, no podía casi hablar de nuestras vacaciones en Brasil, pues me acordaba del olor de sus comidas y empezaban los ascos. Que desagradable sensación.  Claro, con los otros embarazos no supe de nada de eso, por eso digo que éste  ha sido muy distinto.

Para que recordar la infección urinaria que tuve en la semana 12, que luego de un tratamiento de 10 días de antibióticos no sano y tuve que estar diez días más con tratamiento.

Bien difíciles fueron los primeros meses, ¿será que ya una está más vieja y tiene menos fuerza y vitalidad que con los primeros embarazos?

La semana pasada, tuve el control mensual con mi ginecólogo, esta vez tocaba ecografía. Íbamos ansiosos, pues quizás ese día podríamos saber el sexo del bebé. Como es costumbre para las ecografías vamos los cuatro (mi marido, yo y los niños). Así lo hicimos también cuando esperábamos al guatoncito, mi hija nos acompaño a todas las ecografías. Es una excelente forma de hacer participes del proceso a los niños, y que no se sientan desplazados.

Ya habíamos conversado muchas veces sobre de que sexo preferíamos al nuevo bebe. Por mi parte, me daba lo mismo, pues ya tengo la parejita. Mi marido secretamente se inclinaba por una niñita. Mi hija, al principio prefería un niño, pero ya el último tiempo, decía que prefería una hermanita, pues pensaba que no la molestaría tanto como su hermano, “las niñas son más tranquilitas” me decía, jeje

El doc comenzó con la eco, todo estaba muy normal, escuchamos su corazón latir, nos mostro su columna cerrada, las medidas de la cabecita, abdomen y fémur eran normales y acordes a las 18 semanas de gestación. Entonces el doctor nos dice, “ahora veamos que es este bebé” y no fue necesario que el doctor nos lo dijera, jajaja, claramente y sin dudas supimos que es un NIÑO.

Con mi marido solo nos reímos. El doc le dijo a mi hija: “vas a tener un hermanito”, mi hija me mira y yo se lo reafirmo. Me gusto la carita de alegría que puso, pensé que se desilusionaría, pero no, ella estaba feliz igual. El doctor le dice: “bueno, ahora vas a tener que ayudar a los papis a elegir un nombre para tu hermanito”, “Sí” le respondió segura. Mi hijo en cambio, sin entender nada, lo único que le preocupaba todo el rato, era que yo estaba acostada ahí y el doc me pasaba una cosa por la guatita, jaja, mi chiquito decía a cada momento “mi mami” “mi mami”.

Cuando salimos de la eco, mi hija me dice: “mami, ahora seremos tú: la reina y yo: la princesa de la casa”,  “claro” le respondí “eso sí, tendremos la minoría en la casa, pero igual vamos a mandar a los hombres para que nos atiendan”, y nos reímos.

El asunto es que, fuese niño o niña no teníamos (ni tenemos) nombre para él, ha sido difícil la elección, pues no logramos llegar a un consenso y el nombre que más nos gusta y por el cual, seguramente nos decidiremos, lo encontramos muy “cristiano”, aunque el sentido de ponerle ese nombre, es muy distinto.

Para peor esta la presión de mi hija, que tomando muy al pie de la letra lo que le dijo el doc, ella quiere elegir el nombre de su hermano: “mamá, ya tengo 5 años y puedo elegir el nombre de mi hermanito”, y ella ya tiene hasta el nombre elegido. Ahí veremos cómo resolvemos ese impasse, quizás, poniendo el nombre que mi hija quiere, como segundo nombre, no sé.

Al final lo más importante de todo es que nuestro hijo está creciendo bien y sano, lo demás lo podremos ir solucionando en las próximas 20 semanas que nos quedan, o bien, en el momento del parto, jeje

18 de noviembre de 2011

LEGO Store Santiago

Ayer asistimos a la inauguración de la tienda de LEGO en Santiago. Hace un par de semanas habíamos recibido en casa, una cajita roja del tamaño de un ladrillo, al abrirla dentro había 6 piezas de Lego rojas, y una invitación para el evento.

Desde que abrimos la cajita, mi hija estaba esperando este día, ir a un lugar que estaría lleno de Legos la tenía emocionada. La cita era a las 19:30 hrs y la idea era asistir en familia, los cuatro, pero antes de partir, mi hijo se quedo dormido, por lo que fuimos sólo los tres.

Ya al llegar, en la entrada de la tienda,  nos recibió Yoda y Darth Vader a escala,  hechos con Legos, los niños no dudaban en fotografiarse con ellos. Mi hija y el resto de los niños presentes, estaban ansiosos por entrar a la tienda. Pero como eso no sucedería tan luego, se entretenían recibiendo llaveros con figuritas de Lego que les regalaban.

Una vez dentro, la tienda se vuelve un festín para los niños y una pesadilla para el bolsillo de los padres, jeje, pero ese día no había venta al público, lo que dejo a muchos niños tristes y a muchos padres felices, otro jeje.

Claro que cuando pasamos al lugar habilitado para el juego, la cara le cambio a muchos. Era una amplia terraza con sectores con baldes y mesas llenas de Legos de distinto tamaño y color, los niños jugaron y divirtieron echando  a volar su imaginación. Y al centro de esta, una bella e impresionante LEGO City.

Fue una entretenida tarde para mi hija y el resto de los niños que asistieron, a tal punto que fue difícil sacarla del local. Bueno y para mí también, disfrute viendo lo creativos que pueden ser nuestros pequeños. Y porque no decirlo, también recordé mi infancia y todas las tardes que pasábamos con mis amigos y hermanos, armando y desarmando Legos.

LEGO Store, se encuentra estratégicamente ubicada entre dos tiendas dedicadas a la maternidad y primera infancia, y en un sector que al parecer poco a poco se empieza a poblar de tiendas del rubro infantil.

Si tu y/o tus hijos son fanáticos de Lego, puedes visitar LEGO Store en Manquehue Norte 1255, Vitacura. Encontraras una amplia gama de productos y seguro, más de algún descuento.

Para más información visita la página oficial de LEGO-CHILE o siguelos por Facebook y Twitter.



Carro de Bomberos y edificio, hecho por mi hija


15 de noviembre de 2011

¿Simples peleas o algo más?


Esto es algo que no me imagine tendría que escribir, y lo hago varios días después de ocurridos los hechos, ya con la cabeza un poco más fría y serena.

El jueves pasado, al ir a buscar a mi hija al colegio, la profesora me dice que necesita hablar conmigo y me llevo a una sala contigua. Se imaginaran lo que pensé en ese par de segundos, millones de cosas, desde que ya no participaría en el show o que tenía bichitos raros en la cabeza o incluso que se había hecho pipi.

Pero no era nada de eso. Me cuenta que hace días están recibiendo quejas de un grupito de niñitas que molestan a una compañera y entre ellas estaba mi hija. Que ella con sus amigas (son 3 en total) tienen un carácter muy fuerte, por lo que peleaban y gritaban a esta niña (fulanita de aquí en adelante).

Que todos los días la tía de fulanita, se quejaba que molestaban a su sobrina, que incluso la habían sacado de las clases de ballet por lo mismo. La profesora me dice que esta situación la tiene muy preocupada, pues la mamá de esta niña trabajaba todo el día y con la única que ella podía conversar era con la tía, que estaba más preocupada aún. Pues ella, la profesora,  no había sido testigo de ninguno de los hechos relatados, que si, un par de veces la otra profesora había visto alguna discusión.

Por eso, ese día temprano en la mañana, hablaron con las cuatro involucradas, de que debían cambiar su actitud y como resultado, entre ellas se pidieron disculpas y prometido cambiar. La profesora les advirtió que de seguir con esos comportamientos, hablarían con los padres.

Y bueno, a media mañana mi hija nuevamente peleo con fulanita, según la profesora, estaban forcejeando por un juguete y mi hija le habría gritado. Por lo que la profesora le dijo que hablaría conmigo.

Y ahí estaba yo, escuchando todo esto, comprenderán que a medida que avanzaba la conversación mi cara se desfiguraba más  y más, de verdad no podía creer lo que estaba escuchando.

Le comente a la profesora que me sorprendía lo que me estaba contando, pues mi hija no era así, y menos andar pegandole al resto, claro que de vez en cuando, pelea con sus amigos del condominio por algún juguete, pero es algo normal y nunca es algo recurrente. Que no estaba dudando de lo que me decía, pero si, no dejaba de sorprenderme.

Le explique, que quizás mi hija le pego a fulanita, debe haber sido defendiéndose, pues yo, hace un tiempo (desde que tenía un par de amiguitos la tenían de casera con los golpes) le enseñe que no debía permitir que le pegaran, que si eso sucedía, se debía defender. Quizás era eso.

Le dije que no se preocupara, que ese mismo día hablaría con mi hija, pues la situación de verdad me dejaba anonadada y me preocupa de sobremanera la actitud casi matonesca. Le pedí, eso sí, que estuviera atenta a futuros problemas entre mi hija y fulanita, pues nunca los problemas son solo generados por uno. Me comprometí a que no se repitiria esa actitud.

Una vez en el auto, le pregunte a mi hija qué había sucedido, si era verdad que ella y sus amigas peleaban con fulanita, le pegaban y la molestaban. Aquí nuestra conversación:

Hija: Pero mami, solo una vez le pegue, y fue sin darme cuenta, estábamos en ballet y yo no vi sus pies, porque estaba viendo los míos, como voy a ver sus pies y no los míos!

Yo: ¿y le pediste disculpas esa vez?

Hija: No, ¿por qué? Si no le pegue con querer! Esa fue la única vez que le pegue!

Yo: Pero hija, con mayor razón uno debe pedir disculpas cuando hizo algo que no quería hacer. Uno no debe pelear ni molestar a los compañeros, eso no se hace, uno debe respetar al resto de las personas, aunque estas sean pesadas o peleadoras, uno no debe hacer lo que no nos gusta que nos hagan. O te gustaría que te molestaran tus compañeras o te pegaran?

Hija: No mamá, no me gusta que me molesten, pero es que ella siempre me quita todos los juguetes que tomo, ella siempre empieza a molestar, quiere todo lo que yo tengo y me los quita.

Yo: Bueno cuando eso suceda, tu no debes ni pegar ni gritar, vas donde la profesora y le cuentas lo que está pasando, y cuando tus amigas peleen con ella o la molestes tu no lo hagas.

Hija: bueno!

Yo: ¿Me prometes que vas a cambiar tu actitud hacia fulanita? Le vas a pedir disculpas, dar un abrazo y decir que ahora cambiaras. Como sabes si ahora la empiezas a conocer mejor y se hacen las mejores amigas.

Hija: Pero mami, si ya le pedí disculpas y le di un abrazo hoy, cuando estábamos con las profesoras, también le dije que cambiaria mi actitud. ¿Pero como vamos a ser la mejores amigas?

Luego de esto, le conté una historia sobre mi hermano, él tenía un amigo desde pequeñitos, de la misma edad. Pasaron la infancia juntos, veranos, cumpleaños, toda una vida. Hasta los 7 o 9 años lo único que hacían era pelear, se agarraban a combos, patadas, insultos, etc. Siempre terminábamos separándolos y no había evento en el que no acabaran en el suelo a golpes. Ahora son los mejores amigos, basto que crecieran y ya cerca de la edad del pavo, se hicieron grandes amigos, hasta hoy.

Le dije a mi hija, que eso podía pasar con fulanita, que podrían ser grandes amigas. ¿Como el Dadi (así le dice a mi hermano) y su amigo? me preguntó. Claro, le dije.

Debo reconocer que esta situación me dejo muy mal por un par de días, y derrame lágrimas de pena y frustración. Pues trato de criar a mis hijos con ciertos valores y enseñanzas, como el respeto, la importancia de la amistad, tolerancia, solidaridad, entre otros. Sentí que no lo estoy haciendo bien, sino muy por el contrario, lo estoy haciendo pésimo.

Me preocupa también por mi hija, ¿que le estará pasando para que se comporte así?. Todos los días le he preguntado a la profesora como han estado las cosas, sobre todo porque uno lee o ve en los noticiarios todos los días casos de bullying y no me gustaría que mi hija estuviera pasando por eso y menos aún, sea ella la que abusa del resto.

Al parecer, según lo que me cuenta la profe, todo ha estado bien entre ellas, no ha habido problemas ni conflictos. Mi hija me dice que ha cambiado su actitud, que juega con fulanita y no han peleado, incluso, que cree que serán buenas amigas. Esperemos que esto siga igual y sólo haya sido un par de peleas típicas de niños de su edad. Pero seguiré al tanto, de eso no cabe duda.

Y ustedes que piensan, han pasado por algo así, todos sus puntos de vista son importantes.

10 de noviembre de 2011

Cantando Aprendo a Hablar

Hace tiempo que tenia pendiente este post dedicado al grupo musical chileno favorito de mis hijos, Cantando Aprendo a Hablar. Sobre todo pues me interesa que mis amigas lectoras del extranjero los conozcan y se encanten con ellos, así como lo estamos nosotros.

Cantando Aprendo a Hablar es para los niños chilenos, lo que Cantajuego es para los niños españoles. Con varios Cds, Dvds y presentaciones en vivo. 

Hoy Cantando Aprendo a Hablar esta nominado para el Grammy Latino en la categoría "Mejor Álbum de Música Latina para Niños" por su álbum "Vamos a Jugar", compiten con Piero,  Topa y Muni de PlayHouse Disney, entre otros.

Cantando Aprendo a Hablar es una iniciativa de un grupo de fonoaudiólogas chilenas. Este proyecto tiene 22 años de creación con canciones y material audiovisual pensado en ayudar a los padres con el desarrollo del lenguaje de los niños, especialmente en aquellos con trastornos del lenguaje, pues se dieron cuenta que gracias a la música, ritmos, sonidos y canciones sus pacientes se ejercitaban mas motivados y aprendían mejor y mas rápido.

Mi  relación con este grupo nace en el 2006, cuando mi hija tenia solo un par de meses de vida. Mi marido llego un día con un Cd, me explico que su hermano cuando era pequeño tenia problemas de lenguaje y escuchaba esta musica para ejercitar.

Desde ese día lo escuchábamos todos los días con mi pequeña, conseguí el resto de sus Cds y se volvió parte de nuestra discografía infantil. Luego encontré sus vídeos y así llegamos a sus presentaciones en vivo. Actualmente mis dos hijos disfrutan con sus vídeos, adorando a sus tres personajes Sara Palabras, Fito Consonantes y Sam Question. Han asistido a varias funciones de teatro y presentaciones en vivo. 

Obviamente mi hija es la más fanática, Sara Palabras es su ídola, ni hablar cuando tuvo la oportunidad de conocerla en persona en su cumpleaños, quedo choqueada, jeje. La imita en sus bailes y canciones, y siempre esta pidiendo ir al teatro a verlos o ver sus vídeos en el computador o mi celular. Algo que a mi me encanta, pues como muchos de ustedes saben hace un año mi hija asiste todas las semanas a sesiones de fonoaudiología, y CAH nos ha sido de mucha ayuda para complementar su tratamiento.

Desde ya mis mejores vibras y deseos para esta noche en la entrega de los Premios Grammy Latino, esperemos vuelvan a Chile con el premio en sus manos, pero si no es así, para esta familia, ya son triunfadores.

Los invito a conocer mas de Cantando Aprendo a Hablar. A continuación, dejo varios link de interés y también un vídeo de una de las canciones favoritas de mi hija.


Si quieres descargar un disco de manera legal y gratuita hazlo en  Portal Disc

Cantando Aprendo a Hablar: Jugando a Imaginar


5 de noviembre de 2011

Quiero ser "cantora"

En sus cortos 5 añitos, mi hija ha pensado en muchas profesiones que le gustaría ser cuando grande.

A pasado por las profesiones más clásicas como por ejemplo: doctora, enfermera, veterinaria, profesora, peluquera, vendedora o Mamá (linda y difícil profesión, jeje).

Por otras no tan comunes como chupellegua, gimnasta, bailarina, corredora (entiendasé por atleta), Presidenta, Carabinera o actriz, para esta ultima tiene mucho talento, eso lo puedo asegurar.

Y por otras un poco más extrañas como: chofer de transporte escolar, paseadora de perros o basurero (persona en el camión recolector de basura).

Algunas las olvido rápidamente, otras dejaron de llamarle la atención y otras después de evaluarlas decidió no intentarlo, como cuando le dije que para ser Presidente debía estudiar mucho mucho. O porque pensó que si paseaba perros, se le podían escapar.

Pero desde hace uno meses, lo único que quiere es ser "cantora", como le llama ella a ser cantante. Ha hecho dibujos en el colegio sobre ser cantante, no hay día en que no nos haga sentarnos en el sillón para ver su espectáculo, donde ella canta y baila, y es una artista muy exigente, pues no puedes sacarle la vista de encima, ya que comienza de nuevo con el show debido a que no le tomamos la atención que ella deseaba.

Aunque es una niña un poco tímida frente al resto, cuando esta en confianza o con personas que conoce es muy desenvuelta y tiene mucha personalidad. Aunque poco a poco ya esta dejando atrás su timidez. 

Recuerdo que en las primeras presentaciones del colegio, como el día del padre y de la madre, casi no bailo, ni recito las poesías. Pánico escénico pensé, y eso que solo fue frente a los papas de su curso y el Kinder, jeje.

Pero hace un par de semanas, hubo en el colegio una kermesse, con shows en un escenario. Mientras hacían paréntesis entre cada espectáculo, mi hija con un par de compañeritas, subieron al escenario a bailar, sin ningún pudor ni vergüenza, frente a muuuuuchas personas, jeje.

Claro que me extraño verla así, y no tan solo a mi, sino a sus profesoras, las que me comentaron después, que no podían creer que era mi hija la que estaba ahí bailando tan desenvuelta y sonriente.

Ahora veremos como le va en su primer debut como "cantora" y bailarina, pues la eligieron (al menos eso me dijo ella, se supone que el show es sorpresa, jajaja) para representar a Hannah Montana en la presentación de su curso en el Festival del colegio. Y eso la tiene muy contenta, a tal punto que me dijo: "mamá, como yo quiero ser "cantora", me gusta ser Hannah Montana en el show". Esta será su prueba de fuego, veremos si logra superar su pánico escénico, pues la presentación será frente a todo el colegio.

Pero como ustedes se podrán imaginar, lo haga bien o lo haga mal, cante o no cante, baile o no baile, ella seguirá siendo mi "cantora" preferida y estaré, por supuesto, orgullosisima de ella y su espectáculo.




2 de noviembre de 2011

Hagamos Tribu

Hoy comparto una columna escrita por Leslie Power para la pagina MomWo. Me pareció interesante compartir con ustedes su experiencia con la lactancia materna, sobre todo cuando muchas veces ha sido tildada de talibana y extremista, es necesario que hagamos tribu. 

Para quienes no conocen a Leslie, ella es chilena y estuvo en los medios luego de que su cuenta de Facebook fuera cerrada por poner como foto de perfil, una donde aparecía amantando a su hijo. Fue una fiel activista del Movimiento Ciudadano por un Postnatal de 6 meses, y está en busca de políticas de apoyo a la lactancia y crianza. Por otra parte, como profesional y madre busca políticas públicas para conciliar trabajo/crianza y terminar con el ciclo de desamparos infantiles. Pertenece a la Sociedad Chilena de Psicología Clínica y junto a sus colegas formó el sitio www.espaciocrianza.cl, donde difunden y promocionan la salud vincular, para hacer de Chile una mejor sociedad. (fuente 4W) 

Si quieres contactarte con ella lo puedes hacer en su página Espacio Crianza, en twitter @powerlesliecl o bien en su  Facebook Leslie Power

Parte de la #tribu

Soy mujer de 38 años, 3 hij@s nacidos vivos y tres que no nacieron. He tenido abortos “terapéuticos” (legrado aspiratorio a una “mola”) y espontáneos. He tenido partos vaginales, es decir, normales y en mi último embarazo terminé en cesárea.

Les he dado pecho a tod@s mis hij@s, a un@s más y a otr@s menos. Al que más le dí, al tercero, fue un año y seis meses. Pero sólo por un pecho, ya que el otro, al tercer mes de vida nueva, los “oncólogos sabelotodo” hipotetizaron que tenía cáncer en el pezón. Eran nueve los médicos que decían “hay que operar”, “eso se ve como cáncer”, “la biopsia es de 1,5 cm, tendremos que cortar areola, podemos reconstruir en pabellón”… Nuevamente obtusa, pasándolo mal, pero segura de mi instinto, que decía que debía continuar con la lactancia, pero segurísima también de que el dolor era tan inmenso en el pecho “malo”, que no pondría más a mí hijo ahí. Me sometí a la biopsia, con el “mejor” cirujano, ese que me dijo “mmmmm mira, si tú dices que no tienes cáncer, te creo, confío en la intuición de las mujeres… te voy a hacer una pequeña biopsia”.

Resultado: ¡Nada! “Proceso inflamatorio inespecífico” jajaja.

Entonces, continué con la lactancia, por un solo pecho. Me daba sueño y hambre, dormía siesta con mi Julián pegada al pecho. Andaba con un pecho grande y otro más chico y me paseaba por la playa de Cachagua con mi pollito bien montado en la cadera (debo decir, que nunca me he sentido más sexy en mi vida) o sostenido en mi bandolera. Y, en plena playa, tendidos los dos, bajo el sol y con el olor a mar, el sonido de las paletas y las peticiones de mis otros dos hij@s, nos entregábamos los dos al placer del encuentro, a través de la lactancia.

Si se fijan, el relato no es de color ni olor de rosas, no hay hadas revoloteando por ahí. Fue doloroso, angustioso, pero también amoroso, tierno, placentero y poderoso. Esta última frase suena a una relación sexual, o sea, a una conducta normal de la especie humana, donde participan hormonas.

¿Por qué entonces, talibana, extremista y fundamentalista?

Sin duda, las personas que dicen eso de las mujeres que queremos dar pecho a nuestros hij@s, no entienden bien los significados y los significantes de esas palabras. 

Las mujeres que queremos criar afectuosamente, abandonando el adultocentrismo, que somos “kids friendly”, que damos pecho, no porque nos leímos 20 papers científicos que dicen que es el mejor alimento físico y afectivo para nuestr@s hij@s, si no porque se nos dio la gana, no queremos ser nombradas así. 

Es como que yo agrediera a todas aquellas que tienen partos vaginales, porque no pude tener a mi tercer hijo por esa vía. Todo lo contrario, las admiro a todas ellas, y jamás las trataría mal. 

Soy psicóloga y trabajo atendiendo pacientes adultos en psicoterapia. Paralelamente trabajo con madres, padres y guaguas en temas de crianza (sueño, pataletas, alimentación) y sé, porque rebalsa las investigaciones, que la lactancia es el único mejor alimento físico y emocional y es, además, promotor del apego y de la salud del hijo y de la madre. Mientras se dio el pecho fluyeron hormonas, prolactina, endorfinas, oxitocina, también llamada hormona del amor (porque se da cuando uno lo está pasando muy bien con otro ser humano). Quien no lo hizo no tuvo esa hormona. Biología pura. 

¿Qué pasa entonces? O será que se sienten “culpables” (no suelo usar esa palabra) por no haberlo dado, porque no quisieron, porque les dolió y no encontraron buen apoyo para solucionar la herida (grieta) o porque la dependencia con el recién nacido las angustió, como a muchas nos ha pasado. 

Aliviémonos: dar pecho no te hace mejor o peor madre, sólo pasa que hormonas importantes no están presentes y, al no aparecer, el proceso de lactancia, vínculo y apego se ve entorpecido o enlentecido. Pero para recuperarlo sólo se necesita confiar en el propio cuerpo y en que somos muchas las que estamos para sostener, entregar información y colaborar para que se dé el proceso de vinculación. Además, para mí, no dar pecho no es culpa de la mujer, es responsabilidad del sistema social, de la mala información recibida por algun@s “profesionales” de la salud y por un mensaje equivocado y mezquino hacia la infancia, pero generoso hacia el mundo productivo. 

Mis procesos de partos, abortos, lactancias no fueron fáciles. Y las mujeres amorosas, presentes, cuidadoras, claras, fueron cruciales para avanzar en este proceso. ¡Hagamos tribu!