24 de septiembre de 2010

Que camino y que no camino

La época en que los hijos están a punto de empezar a caminar, es una de las más agotadoras para nosotras. Como están ya más grandes, es cansador tenerlos en brazos, además ellos quieren andar caminando con nuestra ayuda y nuestra espalda queda muy resentida.

Recuerdo que mi hija gateo solo un par de semanas antes de caminar, así que, en contra de los consejos del pediatra, le compre un andador, desde ese momento ella tuvo más libertad para deambular por la casa, y mi espalda me lo agradeció. Al cumplir el año ella se mantenía en pie muy bien y caminaba afirmada de los muebles.

Mi hijo, no gatea, tampoco se para firmemente y menos avanza afirmado de los muebles sin que pierda el equilibrio o se vaya de lado, jeje, parece un borrachito de lo destartalado que es para caminar. Eso si, le encanta caminar afirmado de la mano de uno, y por supuesto, ordenando hacia donde ir. También ha dado un par de pasitos, pero nada firme y noto que él se siente inseguro.

Se ha convertido en un as manejando su andador, aunque luego de un rato se aburre. Entonces tomé la decisión de comprar un arnés para ayudarlo a caminar mejor. Bueno, según mi opinión, el arnés tampoco fue una buena opción, pues se tambalea más, así que tampoco lo he ocupado mucho.

Hay días en que lo veo muy bien dando sus pasitos y firme, y digo: "bien! ya se lanza". Pero al día siguiente, se pone flojo de nuevo, y así nos vamos, que sí y que no, que camino y que no camino.

Creo que ya estoy resignada que su proceso será más largo y no caminará muy luego, pero ya llegará ese momento y seguro después, estaré quejandome de todas las maldades y destrozos que hará cuando pueda caminar, je. Mientras tanto mi espalda y la de toda mi familia seguirá lamentandolo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajja, me has sacado una sonrisa, n ose ti te pasa pero aveces leemos las personas y es como si nos leyeran la mente, a mi me pasó igual que ati, solo que yo vivi la caminata de mi primer hijo gracias a Dios rápido porque estaba embarazada de su hermano, a los 12meses camino perfecto, pero el segundo con decirte que en nada cumple 16 meses y hace solo tres semanas se le dió por caminar, duró tres meses en ese plan, que shoy si, que mañana no, que si, que no, pufffffffff mi espalda ya no daba mas...pero cuando menos lo sientas corren y hasta te dirá adios !!! besos a los tres !!

Anónimo dijo...

Yo no me puedo quejar de mi espalda :) A mi hijo le regalaron un caminador cuando cumplió el año (aun no caminaba solo)... entonces se desplazaba solito (empujándolo) por cualquier parte: en casa, en el parque, en el patio.
Y cuando se sintió seguro se largó solo... una maravilla!!